Un reportaje de El País Gastro ha destacado la importante labor de varias bodegas en la conservación y salvación del roble español, entre las que se encuentra Pinna Fidelis.
"La fabricación de barricas con este tipo de madera es más costosa por la escasez, pero a la vez dejan un envolvente perfil aromático, donde prima la gama especiada", destaca el artículo.
Por eso, en Pinna Fidelis llevamos años comprometidos con la preservación de este vino y desde nuestros inicios, en 2001, la mayoría de las barricas nuevas son de roble de origen español. Más concretamente de árboles pertenecientes a bosques de la cornisa cantábrica.
La uva procede de la Ribera del Duero y nuestras cepas cuentan con una antigüedad media de tres décadas. Así, esta variedad de vino, el roble español, tiene un aroma intenso a mermelada de frutas silvestres, con leves perfumes florales, notas de cacao, tostados, torrefactos y especias. En boca es un vino sabroso, de textura glicérica, y exquisito regusto frutal.
"El roble español tiene un grano fino, similar al francés, que favorece una oxigenación lenta y equilibrada del vino, al tiempo que su densidad y resistencia hace que las barricas sean más duraderas, capaces de resistir condiciones exigentes durante el proceso de envejecimiento", asegura El País.
