Hay que tener en cuenta la acidez o la graduación alcohólica, tomarlo a una temperatura más baja y también, combinarlo en un cóctel con mezclas refrescantes
Con la llegada del buen tiempo el ocio se intensifica. Apetecen los planes al aire libre, las comidas ligeras y las bebidas más refrescantes y un vino bien elegido puede ser una opción ideal para acompañar y disfrutar de los mejores momentos.
Optar por vinos ligeros
Los blancos, rosados y tintos jóvenes pueden son los aliados del verano, además acompañan a la perfección con comidas ligeras como las ensaladas, los pescados y la comida asiática.
En general, los vinos blancos proporcionan mayor sensación de frescor mientras que los rosados resaltan por su versatilidad y se adaptan a la perfección tanto con platos contundentes como en aperitivos con fiambres o conservas. Pinna Fidelis Verdejo, Pinna Fidelis Rosé y Pinna Fidelis Fermentado en barrica son tres grandes y refrescantes opciones.
Si se prefiere un tinto, lo mejor es decantarse por aquellos que sean más ligeros y afrutados, sobre todo teniendo en cuenta que en verano se consumirán con platos más ligeros que durante otras épocas. Es aconsejable servirlos a temperaturas más frescas de lo normal para evitar que el alcohol sea la primera sensación que percibamos tanto en nariz como en boca. La mejor opción son los vinos jóvenes, con pocos meses en barrica como Pinna Fidelis Roble.
Tener en cuenta la acidez del vino
Como referencia, podemos tener en cuenta que los vinos que proceden de viñedos de mucha altura tendrán más acidez dado que en esos climas las vides tienen menos azúcar, y maduran muy lentamente.
La acidez del vino blanco joven es el alma de cada botella. Es lo que hará que podamos no solo refrescarnos en el verano, sino que además será el sostén del maridaje que elijamos. En un vino blanco la acidez debe estar siempre presente.
Elegir vinos con menos alcohol
Cuanto más alcohol, más deshidratación por eso en verano es mejor optar por vinos con menos graduación que no resulten pesados ni densos.
Disfrutar de un vino a temperatura un poco más fría
Debemos asegurarnos de que los vinos se conservan a baja temperatura de manera constante. En el caso de los vinos en verano si pecan de estar un poco más fríos no hay problema, ya que la temperatura estival nos lo subirá en cuestión de minutos. Lo ideal para los vinos blancos es entre 7-10º, los rosados entre 8-12º y los tintos 16-18º.
