En Pinna Fidelis sabemos la importancia de cada uno de los factores que afectan directamente sobre el resultado final de un vino. A todo esto hay que sumar los cuidados y atenciones a cada uno de los viñedos. La suma de todo ofrece unos vinos elegantes y equilibrados que tienen como fin ser disfrutados.
La tierra. El suelo aporta características específicas al vino. En el caso de nuestros viñedos, están situados en terrenos con muy poca materia orgánica, y alto contenido calizo. La viña subsiste gracias a un buen enraizamiento, ya que el suelo lo permite, y posibilita la subsistencia de la planta, aún en años de mucha sequía.
De forma general, las vegas son mayoritariamente cascajos de canto rodado o incluso de arena. Los viñedos de páramo, con mayor o menor contenido en arcillas, son, o bien terrenos blancos, de tierra muy caliza, o bien cascajos de piedra caliza irregular.
El clima. Justo de agua, con gran diferencia térmica entre el amanecer y la tarde, parece diseñado para que la viña dé lo mejor de sí.
La altitud. Influye en la maduración, siendo esta más tardía por la influencia de las temperaturas.
El varietal o tipo de uva: La variedad de uva es esencial a la hora de determinar el carácter de un vino. La de Pinna Fidelis es tinta del país y otorga un color, aroma y cuerpo característicos.
La elaboración. Una vez obtenida la uva, el saber hacer del enólogo es determinante para obtener un vino de calidad siendo fundamental la temperatura y la continuidad de la fermentación desde que arranca hasta que se consume el azúcar y el mosto se vinifique. En el proceso de filtrado, Pinna Fidelis destaca por su rigor para no abusar e incluso en algunos vinos sin filtrar para mantener el máximo de estructura, cuerpo y aromas.
Crianza y evolución del vino.
En la barrica de roble el vino obtiene taninos y aromas de la madera, que le dan mayor complejidad. En Pinna Fidelis utilizamos robles de los mejores bosques españoles, franceses y americanos. Además, la madera tiene pequeños poros que dejan pasar oxígeno, con lo que el vino también va envejeciendo. La barrica utilizada para la crianza marcará las características finales del vino.
En la botella, el vino se redondea y perfecciona. Después de un tiempo, en función del vino, llega a su mayor grado de calidad.
