Decantar o cómo sacar toda la potencia de un vino
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Decantar o cómo sacar toda la potencia de un vino

Desde hace años se debate la necesidad de decantar el vino o no. Y la realidad es que no siempre es necesario. Todo dependerá del tipo de vino que nos dispongamos a degustar. La necesidad de decantar y oxigenar un vino variará en función de diferentes factores como el tipo de uva empleado, el tiempo de maduración e incluso puede variar entre botellas de una misma bodega y añada.

El vino evoluciona en todos sus recipientes: en la barrica, en la botella, en la copa, en un decantador… En la mayoría de los casos, el proceso de decantación se hace necesario para eliminar los posibles sedimentos que haya en el contenido de la botella y suelen encontrarse con mayor frecuencia en vinos con tiempos de maduración prolongados.

Para una correcta decantación, se debe colocar la botella de vino en posición vertical un día antes de consumirlo. Normalmente, será necesario cuando estemos hablando de vinos con un tiempo de maduración largo, como Reservas y Gran Reservas.  Así, facilitaremos que los posibles sedimentos vayan precipitándose lentamente en el fondo de la botella.

Además, el diseño del decantador, que generalmente consta de una base ancha de gran superficie, ayudará a que los sedimentos se fijen en el fondo.

Al abrir una botella, el contacto del vino con el aire hace que esos olores se ventilen, con lo que aparecerán los auténticos aromas que encierra el vino. Esto es lo que se conoce como el buqué del vino. Esos aromas que recuerdan a elementos como madera, regaliz, vainilla, tierra mojada…

El tiempo de oxigenación variará en función del tipo de vino y de cómo este se vea afectado por la acción del oxígeno.

El proceso de decantación con un vino joven sirve para ‘abrir’ el vino. No será necesario que la decantación se haga de manera tan cuidadosa como en las situaciones anteriores, ya que el contacto con el aire favorecerá que se desarrollen en el vino los aromas que no percibimos en un primer momento. En este caso, el proceso es el mismo que cuando hacemos que el vino gire en nuestra copa, haciendo que la oxigenación potencie las virtudes aromáticas del vino, sobre todo los matices frutales.

Una cuestión importante es no confundir la decantación con la oxigenación, pero ese es otro capítulo (o post).